En el pleno celebrado el 18 de septiembre ha sido abandonado en bloque por los concejales de la oposición, como señal de protesta a la actitud poco democrática y participativa de Francisco Jiménez.

Este gesto se produce tras las reiteradas advertencias realizadas en el grupo socialista sobre las dificultades para desarrollar su trabajo por la continua improvisación del alcalde a la hora de convocar los plenos.

Como muestra, en lo que va de mandato se han tenido que celebrar más de una veintena de plenos extraordinarios, muchos convocados de forma urgente y con criterios absolutamente arbitrarios. Tal es el nivel de improvisación que el propio portavoz andalucista ha estado ausente en casi una decena de ellos, mientras que en algunas ocasiones, asuntos de importancia como el servicio de recogidas de basura fueron aprobados gracias al ejercicio de responsabilidad de concejales socialistas, dada la ausencia de varios miembros del PA, incluido el propio Sr Jiménez.

La gota que ha colmado el vaso ha sido la convocatoria con menos de 24 horas de antelación de un pleno extraordinario urgente, rodeado de peculiaridades. De los 8 asuntos incluidos en el mismo, tan solo uno (sobre el Plan de Emple@ 30 de la Junta de Andalucía) cumplía verdadero criterio de urgencia, al agotarse el plazo de presentación de proyectos. Ese punto fue debatido y apoyado por los concejales socialistas. El resto de asuntos corresponden a la propia ineficacia de Francisco Jiménez para coordinar su gobierno de coalición con el PP.

De esta forma, por ejemplo, han tenido que corregir el contrato de limpieza aprobado en pleno ordinario hace apenas una semana, al no haberse incluido las aulas prefabricadas del CEIP Al Andalus, pues al parecer ni la delegada de Educación ni el alcalde se habían acordado de ellas. Además, es preciso aclarar que se trata de una medida con carácter retroactivo a fecha 1 de septiembre, es decir, daba igual aprobarlo con posterioridad.

Mención aparte merece el punto sobre la privatización del alumbrado público, que Francisco Jiménez tuvo que retirar del pleno de la semana pasada, por no contar con votos suficientes para su probación por la ausencia de dos concejales el PP. De nuevo trae esta vez el asunto a pleno, una vez “convencidos” sus socios de gobierno, y aprueban de forma urgente un contrato que va a tener nada más y nada menos que 12 años de duración, y que costará entre 10 y 13 millones de euros. Es decir, toman una decisión de enorme calado y que obligará económicamente al ayuntamiento durante más de una década a toda prisa y, por supuesto, informando del hecho una vez consumado pues, tal y como se ha demostrado, a Francisco Jiménez parece aterrarle que los utreranos accedan a los debates que se producen durante los plenos. Debe ser por ello que los plenos se celebran por la mañana (pese a las numerosas peticiones del PSOE de que se hagan en horario de tarde) y los ciudadanos que se animan y pueden a asistir al mismo deben pasar por todo el sistema de control y “etiquetado” con el que Francisco Jiménez blindó el acceso de los utreranos a su casa consistorial.