La Federación de Asociaciones Vecinales de Utrera (UTER) quiere manifestar públicamente su apoyo total y sin reservas a las demandas expresadas por las asociaciones vecinales de La Gordilla-Los Dolores y La Fontanilla respecto a la situación que sufren los barrios debido al estado de abandono y deterioro de la antigua fábrica “La Utrerana” Las soluciones planteadas hasta la fecha por parte del Ayuntamiento de Utrera, así como por la empresa propietaria de dichas instalaciones, han sido calificadas como «claramente insuficientes» por los vecinos y vecinas afectados, ya que se limitan a un “plan de choque contra las ratas” y algunas medidas básicas de limpieza, «sin abordar en profundidad la raíz de un problema que lleva décadas afectando gravemente a la salubridad y seguridad de la zona«.

Desde UTER «compartimos la preocupación de las asociaciones vecinales, quienes han señalado con claridad que no se trata de una situación puntual ni pasajera, sino de un problema estructural que requiere soluciones reales, integrales y urgentes. Especialmente grave es la proximidad de la fábrica en ruinas a un centro escolar, lo que agrava los riesgos para la seguridad de menores y residentes en general». Asimismo, “nos sumamos a la denuncia de los intentos por responsabilizar indirectamente a la ciudadanía de la presencia de plagas en los barrios, cuando la realidad es que la mayoría del vecindario mantiene un comportamiento ejemplar”, se explica desde la UTER, mientras se ven obligados a convivir con escombreras y estructuras industriales deterioradas que son el verdadero foco del problema.
Por supuesto, la UTER se suma también a la campaña de recogida de firmas que las asociaciones vecinales han puesto en marcha para instar al Ayuntamiento a actuar de manera inmediata frente al abandono de la antigua fábrica La Utrerana. “Animamos a toda la ciudadanía utrerana a participar activamente en esta iniciativa, como muestra de solidaridad y compromiso con unos barrios que merecen soluciones ya”, destacan desde la Federación.
La UTER se compromete a seguir trabajando de la mano de las asociaciones vecinales implicadas y exige al Ayuntamiento de Utrera una respuesta firme, sostenida en el tiempo y acorde a la gravedad del problema, más allá de medidas superficiales o declaraciones públicas sin contenido. «No se trata solo de higiene o de imagen urbana: hablamos de la salud, la dignidad y la seguridad de nuestros barrios»