La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Consumo ha publicado en su web el primer informe de este año de la vigilancia entomológica (especies de mosquitos transmisoras y presencia de virus en ellos) en el que se refleja el resultado de las especies detectadas, su densidad y la presencia del Virus de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) en ellos en el sistema de trampeo propio instaurado desde este mes de junio. Utrera se encuentra entre los 110 municipios andaluces vigilados por la detección del mosquitos que trasmiten este virus.
Desde Salud y Consumo es importante recuerdan que estas especies de mosquitos pican en horas desde atardecer hasta amanecer, por lo que, especialmente en las zonas de riesgo, hay que mantener unas medidas preventivas sencillas, como lo son el uso de ropa adecuada (colores claros y que cubran la mayor parte de la piel), no usar colonias o perfumes intensos, usar repelentes registrados y medidas domésticas (mallas en huecos y ventanas, repelentes, mosquiteras, etc.), sobre todo, si se pertenece a un grupo población en una situación de inmunidad comprometida.
Ya el año pasado por el mes de mayo, Utrera también fue puesta bajo vigilancia por encontrarse en el nivel 4 de alerta, siendo 0 sin peligro y el 5 el más grave. Este año repite nivel con el NR 4. En dicho nivel se sigue una vigilancia activa humana, además de la participación de un comité técnico para estudiar la situación.
Virus del Nilo Occidental
El virus del Nilo se descubrió por primera vez en el este de África, en Uganda, y no fue hasta 1999 cuando se descubrió por primera vez en Nueva York, y el resto de países. En España hasta la fecha sólo se han detectado 6 casos esporádicos en humanos. Los científicos creen que el virus se crea cuando un mosquito pica a un ave infectada y después lo inocula a una persona. Generalmente la mayoría de personas que lo padecen ni se enteran de que lo están pasando, o presentan síntomas leves como fiebre y dolor de cabeza.
En cambio, en los casos más graves en los que la persona desarrolle la enfermedad, podría poner en riesgo su vida ya que produce la inflamación del cerebro o la médula espinal, y presentan síntomas graves como fiebre alta, pérdida de visión, convulsiones, parálisis y en los casos más extremos pudiendo llegar al estado de coma. La mayoría de las infecciones se produce en temporadas de clima alto, y desde la inoculación del mosquito hasta que aparece la sintomatología puede transcurrir entre los 4 y los 10 días y persisten de 30 a 90 días. El riesgo de contraer la enfermedad es bajo ya que aproximadamente menos del 1% de personas infectadas se enferman gravemente, y en la mayoría de los casos la recuperación es total.