El PSOE de Utrera ha criticado duramente la decisión del alcalde, Francisco Jiménez Morales (PP), de destinar 47.752,58 euros de dinero público al traslado de la escultura del Abate Marchena, calificando la actuación como un gasto innecesario y una muestra de «revanchismo político» por parte del gobierno municipal. La escultura será retirada de su ubicación actual en la fachada de la Casa Surga, un enclave central y simbólico del casco histórico, donde, según defienden los socialistas, mantenía un diálogo entre patrimonio histórico y creación contemporánea que aportaba identidad y proyección cultural a la ciudad.

Desde el grupo socialista aseguran que “no estamos ante una decisión cultural ni patrimonial, sino ante una operación política cargada de intencionalidad ideológica”, acusando al alcalde de utilizar recursos públicos “para ajustar cuentas con la historia” y llevar a cabo una supuesta “limpieza” que, a su juicio, “nada tiene que ver con el interés general de la ciudad”. Según el PSOE, en ese espacio “el valor patrimonial del edificio contrastaba y dialogaba con una obra contemporánea de un escultor de talla internacional”, una convivencia que “aportaba identidad, prestigio y proyección cultural a Utrera”. Para los socialistas, “quitarla de allí no es una reubicación neutra, es una degradación deliberada destinada a esconder un símbolo incómodo para el relato político del alcalde y su gobierno”.
Los socialistas denuncian además el contraste entre este gasto y la situación que vive actualmente Utrera en materia de seguridad ciudadana. Según señalan, existen conflictos abiertos con la Policía Local, falta de efectivos, desmotivación profesional y una creciente sensación de inseguridad entre los vecinos, problemas que consideran desatendidos por el gobierno municipal. “El dinero público debería destinarse a mejorar los servicios y a devolver la tranquilidad a las calles”, sostienen desde el PSOE, que critican que, mientras tanto, el Ayuntamiento priorice decisiones marcadas por el enfrentamiento político y el revanchismo ideológico.
Para el PSOE de Utrera, resulta especialmente contradictorio que el mismo gobierno del PP que en su día calificó como “derroche” la inversión inicial del monumento, destine ahora casi la mitad de aquel presupuesto a moverlo de ubicación. “No es gestión cultural ni responsabilidad económica, es sectarismo institucional pagado con el dinero de los utreranos”, concluyen.







