“Por si fuera poco, el gobierno municipal ya prepara una nueva subida del impuesto de la basura para los próximos meses”

El alcalde del PP, Francisco Jiménez, ha llevado a Utrera a una situación límite en materia de limpieza. Lejos de mejorar, la recogida de residuos y el estado de las calles han empeorado de forma alarmante bajo su mandato. Hoy, hablar de limpieza en Utrera es hablar de abandono, malos olores, insalubridad y frustración vecinal. Contenedores reventados, cubas sin desinfectar, bolsas amontonadas en aceras, en toda Utrera, donde no se lavan ni se desinfectan los contenedores. Esto no es una excepción: es la realidad diaria que sufren los barrios en Utrera. El olor es insoportable, sobre todo con el calor, y ya hay quejas por insectos, roedores y líquidos derramados en plena vía pública.
Barrios como La Fontanilla, El Tinte, Las Torres o Los Ruedos de Consolación reflejan claramente el deterioro del servicio. No se trata de un problema puntual ni de un olvido administrativo: hablamos de una ausencia total de planificación, desinfección y mantenimiento. La situación es generalizada y afecta tanto a barrios periféricos como a zonas residenciales consolidadas. En 2024, el gobierno de Francisco Jiménez aplicó una subida del 30 % en el impuesto de la basura. No fue una cantidad fija ni lineal: cada familia lo notó de forma distinta, pero el golpe fue generalizado. A modo de referencia, un recibo tipo de 100 euros pasó a ser de130
Lo que sí fue igual para todos es la sensación de injusticia: se paga más, y el servicio está peor que nunca. Y por si fuera poco, el gobierno municipal ya prepara una nueva subida del impuesto de la basura para los próximos meses, que volverá a castigar el bolsillo de los utreranos sin que se preste un servicio digno a cambio. Un vecino de Los Ruedos lo resume así: “El contenedor está aquí al lado, pero no lo limpian, no lo desinfectan, y el olor es insoportable. Esto es un riesgo para la salud, no se puede vivir así.” Y mientras tanto, el alcalde Francisco Jiménez guarda silencio. No da la cara, no responde, no actúa. Se esconde cuando la situación exige responsabilidad. Por si fuera poco, su gobierno ha destinado más de 1,4 millones de euros del dinero público a la compra de vehículos, entre ellos coches de alta gama para técnicos y personal de oficina. Todo mientras los equipos de limpieza están destrozados y los barrios siguen rodeados de basura.

Coches nuevos para los despachos, contenedores sucios para los ciudadanos. Y a todo esto, el delegado de limpieza Félix Gómez Barro sigue sin aparecer. Todavía no ha dado una sola explicación sobre las empresas que le pagaron viajes y comidas, que él mismo reconoció haber recibido en un pleno del año pasado. Un silencio que solo puede entenderse desde el desprecio a los utreranos más humildes. Desde el PSOE de Utrera exigimos al alcalde y su gobierno que den explicaciones, que se active un plan urgente de limpieza, desinfección, reparación y sustitución de contenedores, y que se deje de maltratar a los barrios como si hubiera ciudadanos de primera y de tercera.
Francisco Jiménez prometió bajar los impuestos y mejorar los servicios. En cambio, ha subido la basura y ha dejado Utrera hecha un estercolero. Y mientras los vecinos pagan más, el alcalde calla, abandona y gobierna para unos pocos.