Caja Rural de Utrera celebró su Asamblea General en el Colegio Salesianos con la participación de socios y representantes de la entidad. Durante el acto, se presentaron los resultados económicos del ejercicio 2024, que la entidad ha calificado como “extraordinarios”. El presidente, Antonio Cerdera del Castillo, destacó que 2024 fue un año muy especial, no solo por ser el 60º aniversario de la entidad, sino también por los excelentes resultados financieros obtenidos. El beneficio neto alcanzó los 2,6 millones de euros, lo que supone un 31% más que el año anterior.

El director general, Manuel Ramírez Sousa, explicó que el volumen de negocio se situó en 582 millones de euros, con un crecimiento del 12,2%. Los depósitos de clientes aumentaron un 14,8%, llegando a 349 millones, y la inversión crediticia superó los 231 millones, gracias principalmente a préstamos a familias, pymes y autónomos. La morosidad se mantuvo en el 1,2%, muy por debajo de la media del sector (2,6%).

Además, la Caja cerró el año con 35.000 clientes, un 4,5% más, y con un notable aumento del uso de la banca digital, con un incremento del 89% en las operaciones electrónicas. En términos de solvencia, el Grupo Cooperativo Solventia, al que pertenece Caja Rural de Utrera, cerró el año con una ratio del 19,9%, más del doble del mínimo requerido por la normativa.

Durante la Asamblea, también se puso en valor la labor social de la entidad. En 2024, se destinaron 382.000 euros a Obra Social, con ayudas a asociaciones como Apudes, Cáritas, parroquias, hermandades y programas culturales, educativos y deportivos. Entre ellos, destacó la segunda edición de los Premios Educación Fundación Caja Rural de Utrera.

Finalmente, los responsables de la Caja agradecieron el compromiso de empleados, socios y clientes, y reafirmaron su intención de seguir creciendo con prudencia, vocación de servicio y cercanía. La entidad afronta 2025 con un nuevo plan estratégico junto a Solventia y la confianza de seguir avanzando con una “banca de personas para personas”.