Tras lanzar el pasado 24 de octubre su «explosivo» trabajo ‘Ódiame’ grabado en Utrera en un solo día, una rumba dedicada a la figura de Bambino y la tierra flamenca que es Utrera, ahora la onubense lanza una bulería titulada «Utrera Mía», el segundo anticipo de su nuevo disco. Tras el gran éxito de «Ódiame», esa explosiva rumba que abrió brecha, nos encontramos ahora ante una bulería honda, con pulso, que ahonda en las raíces más nobles.

La artista misma ha manifestado que este álbum, que publicará el 12 de diciembre con el sello LP Flamenco y distribución digital de OneRPM, la sitúa «ante uno de los proyectos más emocionante e importante de mi carrera». Si la rumba de «Ódiame» fue un relámpago que rompió el aire, esta bulería es la verdad detenida en el tiempo, un puente de voz y latido que se tiende sobre el corazón de Utrera. La cantaora onubense, con la potencia serena que solo posee la cumbre del arte, nos invita a escuchar la memoria del compás, la esencia de la tradición grabada en directo y en un solo aliento, a la espera de que el álbum completo, Utrera Flamenco Fetén, descorra su telón el próximo 12 de diciembre.

«Utrera Mía» es una bulería inmersiva «con piel» que se adentra en el universo utrerano de letras cortas y cuplés, donde Argentina se abraza al legado de esta tierra sevillana con un máximo respeto por el arte, el cante y las formas de decir. El tema, de letra y música provenientes del Acervo Popular, contiene versos de calado poético y flamenco, culminando en un lamento: «Ay adiós Utrera, Utrera mía / por verte lloro de noche y día / te estoy cantando con tanta pena / como doblan las campanas / Ay, de Santa María de Utrera».
Este sencillo es el nuevo avance de Utrera Flamenco Fetén, el disco íntegro de flamenco que culminará su publicación en diciembre de 2025. La obra es una declaración de amor y respeto a una tierra que ha marcado el compás de la historia con su soniquete y su verdad, y encierra una historia emotiva y singular: se grabó en un solo día, el 14 de mayo de 2025, en directo y sin proponérselo.
El proyecto, dirigido artísticamente por Luis Miguel Baeza Romero (quien comparte la dirección con la propia Argentina), se gestó en el centro de Utrera, junto a la Plaza del Altozano, en FETÉN, un espacio cultural flamenco vivo y de referencia. De esta grabación emana un testimonio tangible del compromiso de Argentina no solo desde el respeto a la tradición, sino desde la creación, la reinterpretación y la entrega absoluta.
La cantaora onubense está arropada por un elenco de campanillas que respira ese aire de la Baja Andalucía. Las guitarras corren a cargo de Pitín hijo, que aporta el sonido de la tierra y la elegancia de la escuela utrerana, y de Javier Ibáñez, cuya maestría suma profundidad y sensibilidad. La atmósfera comunitaria y familiar que solo el flamenco de raíz puede atrapar se sella con el compás de Gaspar del Cuchara y José de Pitín, junto a Jorge Bautista y Juan de Oruco, en palmas, jaleos y coros.
La voz de Argentina, bien timbrada, potente y apta para cantarlo todo, como sostiene Manuel Bohórquez, despliega en este tema esa versatilidad que le permite, partiendo del flamenco, hacer suyos el bolero o la copla. Como afirma Antonio Conde, «la cantaora onubense Argentina dio un recital de órdago. Una hora y media de cante por derecho, entre la vanguardia y la tradición, más pendulando en esta última, pero con un aroma de frescura envidiable».







