Con el objeto de seguir avanzando en el conocimiento del patrimonio cultural sefardí que ha llegado hasta nosotros a través de los años, y del que tenemos una muestra excepcional en Utrera, se da inicio la segunda fase de los trabajos arqueológicos encaminados a la recuperación íntegra de la sala de oración y la localización de aquellos elementos imprescindibles en toda sinagoga, como son la bimahy la mikve. La primera fase de la actividad arqueológica se desarrolló entre el mes de noviembre de 2021 y el mes de junio de 2022, fruto de la cual fue la localización de la sinagoga de Utrera, confirmando la noticia sobre su ubicación recogida por Rodrigo Caro en 1604, en su obra Memorial de la Villa de Utrera. En aquella ocasión, la identificación del hejal y del banco perimetral fueron decisivos para corroborar que nos encontrábamos ante la sinagoga de Utrera.
El estado de conservación de la sinagoga, siendo parcial, no deja de ser excepcional, pues, con las evidencias arqueológicas documentadas hasta el momento, incluido su alzado completo, pueden restituirse su superficie y volumetría originales. El responsable de la segunda fase continuará siendo el arqueólogo Miguel Ángel de Dios Pérez y la actuación tendrá lugar durante dos meses. Luis Luna, responsable de la obra, Javier Mena, historiador de Utrera y la delegada de cultura, María José García han visitado la sinagoga para ver los avances.
Los objetivos de esta nueva fase son la recuperación al completo del espacio que ocupaba la sala de oración, así como el lugar de lectura y la zona reservada a las mujeres. Además, se prevé seguir excavando en la estratigrafía para alcanzar los niveles fundacionales de la sinagoga y hacer un control arqueológico de movimiento de tierras al este de la sala de oración, para recuperar la cota del Hospital de la Misericordia correspondiente al siglo XVIII. Recuperar esa cota permitirá la localización de la mikve, que es un elemento imprescindible en toda sinagoga porque ahí se realizaban los baños de purificación.
Otro de los espacios del que se espera poder recuperar hasta donde sea posible su aspecto original, es el hejal, la recámara decorada en la que se guardaban los pergaminos que conforman la Torá. Los trabajos se enfocarán también en la recuperación del alzado original conservado de la sala de oración. Para continuar con el proceso de documentación de todo el complejo que conforma la antigua sinagoga, se realizará un análisis paramental de los muros que delimitan el claustro del Hospital de la Misericordia por su lado este y, se completará el análisis paramental del muro que delimita por el Norte la nave del Evangelio, para documentar el arco que ahora es parcialmente visible.