En pleno verano sofocante que estamos viviendo los utreranos y utreranas, con olas de calor continuadas, la mañana del 15 de agosto el clima quiso darnos una tregua, aunque con un cielo despejado y sol radiante, para que Utrera viviese la salida de la Virgen de la Mesa o «virgen de los deseos» en torno a la Parroquia de Santa María.
Poco antes de las nueve de la mañana, el cortejo de hermandades y cofradías de penitencia y gloria de Utrera, así como miembros del Consejo de Hermandades de la localidad, enfilaban la cuesta de Santa María de la Mesa para acompañar, ya sí a las nueve de la mañana y con el repique de campanas por cortesía de los campaneros de Utrera, a la Virgen de Santa María de la Mesa, o como es conocida popularmente en la localidad, «la Virgen de los deseos» que concede uno de los tres deseos que sus devotos le pidan en su corto recorrido en torno a la parroquia.
La Virgen, ataviada con manto celeste y adornos dorados, con su corona de plata y al son de la Asociación Musical Utrerana, se encaminó a su recorrido por calle Porche Santa María, Mota de Santa María, Menéndez Pelayo y Padre Miguel Román hasta su recogida prometida poco después de las 10 de la mañana, con el público entregado a ella, sus costaleros meciéndola y bailando bajo lluvias de pétalos al llegar a la Casa-Hermandad de los Aceituneros.