Los cuatro fundadores del Centro Médico SEMUD de Utrera han recibido un reconocimiento por parte del Ayuntamiento en un íntimo acto en el salón de plenos donde por orden de intervención estuvieron presentes el alcalde de Utrera, Francisco Jiménez y los cuatro fundadores Amador Arroyo, Joaquín Díaz, Manuel Sánchez y Alberto de la Rosa por sus más de 40 años desempeñando la labor sanitaria en la localidad. También estuvieron amigos, trabajadores y familia que los han acompañado en estas cuatro décadas.
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El alcalde de Utrera, Francisco Jiménez, ha resaltado que este acontecimiento le llena de satisfacción, puesto que, “somos herederos de todo lo que se ha ido haciendo en Utrera, dentro de esa historia, unos renglones pertenecen al SEMUD”. También ha señalado la importante labor que esta clínica ha dedicado a “miles y miles de utreranos”.
Por su parte, Amador Arroyo ha agradecido, en nombre de todos, esta iniciativa recordando que “el centro surgió de cuatro compañeros de la facultad que perseguían hacer una medicina más distinta, cercana y familiar”. Además, se ha dirigido al pueblo de Utrera dándole las gracias por “la confianza depositada en nosotros, porque es por ello el haber podido llegar a donde hemos llegado”. Tampoco ha olvidado a su
familia, a quien ha destacado por su “incansable compañía y apoyo».
Por otro lado, Joaquín Díaz Mateo, ha explicado que, aparte de la ilusión con la que comenzaron y que han mantenido durante tantos años, se queda con el haber podido traer a Utrera, en su día, ciertosavances con los que no contaba el pueblo como la radiología o la emisión del certificado médico para el carnet de conducir. “Si yo volviera atrás, lo volvería a hacer”, ha manifestado. Por su parte, Manuel Sánchez ha resaltado que el SEMUD se han vivido momentos únicos e íntimos, alegrías y penas, «fuimos los médicos del funcionariado español» y en la época del COVID estuvieron trabajando muy duro, llegando a contagiarse más de una vez, aunque sin consecuencias graves.
Alberto de la Rosa fue el último en intervenir y solo dio las gracias por el reconocimiento otorgado. Los cuatro han vivido momentos difíciles, alegres y emocionantes, pero siempre lo han hecho apoyando al centro y haciéndolo crecer día tras días. Gracias a ello, han podido disfrutar, como han referido, “de una de las carreras más bonitas que hay, como lo es la medicina”.