El Plan de Ajuste que el Ministerio obliga a realizar al Ayuntamiento, obliga a revisar los precios de los servicios que se prestan para ajustarlos a su coste.

La piscina municipal cubierta de Vistalegre es, con una diferencia considerable sobre el resto, el servicio municipal que mayor déficit presenta y que más cuesta mantener. Así lo ha señalado el concejal municipal de Hacienda, J. Antonio Plata, que precisa que los precios de las piscinas en el municipio, tanto para las de verano como para la de invierno, no se han modificado desde hace una década, concretamente, desde abril de 2015.

“Se trata de una situación que debe cambiar si queremos poder seguir prestando este servicio a los ciudadanos, el cual tiene un coste muy alto y está muy lejos de cubrir siquiera los gastos que genera, de ahí que estemos, en este momento, estudiando el posible cambio de las tarifas”, afirma el concejal.

Si tomamos como referencia el último año en que las cuentas estén totalmente cerradas y cuantificadas, en 2023 el coste por la explotación del servicio de Piscinas Municipales supuso un gasto de 757.526 euros anuales, de los que el consistorio solo recaudó 285.000 euros, “esto genera un déficit de 472.000 euros anuales, que son unos números difíciles de soportar y que, con la obligación impuesta por el Ministerio de Hacienda de
poner en marcha un Plan de Ajuste, es imposible que se pueda mantener, puesto que estamos obligados por el citado plan, a ajustar los precios de los servicios que se prestan desde el Ayuntamiento a su coste real”, asegura J. Antonio Plata. Además, añade que “lo peor es que con los números que se están barajando, al cierre contable del año 2024, el déficit aumentará hasta los 567.046 euros anuales, una cifra que es inasumible”.

El mantenimiento de los precios durante la última década contrasta con el incremento de los costes asociados al funcionamiento de las piscinas municipales. Han aumentado los precios del carburante, del agua, de los productos de limpieza, de los sueldos y de numerosos materiales y servicios necesarios para su operatividad. “Lo que no tiene ningún sentido, es que el Ayuntamiento esté pagando a precios de 2025, pero siga ingresando como en 2016, no es mantenible”, señala Plata.

En este momento se están revisando los precios para poder tomar una decisión sobre el coste del servicio a los ciudadanos. Según el delegado de Hacienda, “no se trata de cubrir completamente los gastos que generan las piscinas, pero sí de ajustar la inversión municipal a los ingresos porque al final lo pagamos entre todos los ciudadanos, seamos usuarios o no, porque todo sale del mismo presupuesto municipal”.

Aunque los datos hagan referencia a las cinco piscinas municipales que tiene Utrera, incluidas las de las pedanías, lo que dispara el gasto es la Piscina Cubierta de Vistalegre que permanece abierta todo el año y que es la que genera la mayor parte del déficit que supone la prestación de este servicio.