La casa Doña Martina ha vuelto a la vida gracias a la familia Sánchez-Noriega Doblado que, a finales del año 2020, decidió emprender el proyecto de rehabilitación y restauración para devolverle su aspecto más fiel al original. Tras finalizar los trámites burocráticos, es en diciembre de 2021 cuando se obtiene la licencia definitiva para poder ejecutar el proyecto realizado por el arquitecto Abilio Castañón, de la firma utrerana AC ARQ. Tras algo más de nueve meses de obras de rehabilitación en esta vivienda situada en pleno centro de Utrera, en la calle Clemente de la Cuadra, 5, este miércoles se ha inaugurado y bendecido reconvertida ahora en 8 apartamentos en alquiler.
La inauguración fue la tarde del miércoles 5 de octubre donde estuvieron presentes el alcalde de Utrera, José María Villalobos y el delegado de urbanismo, Manuel Romero. En esta casa se fusionan dos estilos muy diferentes como son el Barroco y el Modernismo. Entre finales del siglo XIX y principios del XX, el matrimonio formado por el médico militar Augusto Alcázar y Martina Moreno, comienza la construcción de la casa que, en algunas publicaciones está catalogada como casa palacio.
Debido a la falta de descendencia del matrimonio, doña Martina legó la mansión a la Hermandad de San Vicente de Paúl de la Parroquia de Santiago de Utrera, para que se destinase a la obra social y benéfica de este instituto dedicado a los más necesitados. Por ello, la casa fue utilizada como escuela de niños pequeños, alfabetización de mayores y catequesis. Al desaparecer la institución fue cedida como parvulario al colegio público de San Francisco, conservando el nombre de Doña Martina.
Es en la década de los ochenta, del siglo XX, cuando el arzobispado autorizó su enajenación, siendo adquirida entonces por el arquitecto de origen catalán, Juan Manuel Rovira Creus, descendiente de Luis de Miñón, quien hizo una exquisita rehabilitación de la misma. En el patio se conservan azulejos que representan los escudos de armas pertenecientes a los primeros propietarios de la casa, Augusto Alcázar y Martina Moreno.
Villalobos tuvo palabras de agradecimiento para la familia Sánchez-Noriega Doblado por “recuperar parte de la memoria de este pueblo” y por su “ejercicio de valentía” para acometer este proyecto. El sacerdote utrerano Plácido Díaz fue el encargado de bendecir la casa para que “la paz, solidaridad y armonía” reinen entre los vecinos que la habitarán.
Tras la proyección de un vídeo que muestra el antes y el después de la Casa Doña Martina, realizado por Uvitel Producciones, los numerosos asistentes a este acto de inauguración pudieron visitar los apartamentos y zonas comunes. Una gran casa palacio, historia de Utrera que llevaba muchos años abandonada, ha sido recuperada y restaurada por una familia utrerana.
«Mantener nuestro rico patrimonio es tarea de todos, gracias a la familia Sanchez-Noriega Doblado por el esfuerzo. Además, esta recuperación tras años de abandono es un reflejo de lo que está pasando en nuestra ciudad. Poco a poco, con el trabajo de todos, Utrera progresa«, agradecía el alcalde Villalobos en el acto de inauguración.
