ATENAS/ Texto e imágenes: José Paneque @jllpaneque 

El país heleno se encuentra inmerso en la duda de continuar o no perteneciendo a la Unión Europea. El próximo domingo 5 de julio los griegos se acercarán a las urnas para depositar su voto a favor o en contra de las propuestas del partido Zyriza, del actual presidente Alexis Tsipras.
Tsipras ha hablado en la tarde del miércoles y ha planteando las condiciones que desde su partido se le han puesto al FMI (Fondo Monetario Internacional) o la “Troika”, como se les comenzó a bautizar aquí en tierras helenas. Para Tsipras, el aceptar el tercer rescate conlleva que se retrase el plazo del pago del segundo, que expiró en la madrugada del martes, al igual que retrasar la implantación de los 67 años como edad de jubilación hasta el año 2022. Medidas menores para una situación que mantiene en desconsuelo a los griegos.
Desde el pasado lunes 29 de junio los bancos han permanecido cerrados y una imagen que se ha hecho cotidiana en las calles de Atenas es la cola del cajero automático que no ofrece más que 60 euros al día a los asalariados. El día 1 de julio los bancos han abierto para que los pensionistas, que habitualmente no tienen tarjetas, pudieran sacar 120 euros para pasar la semana. En la mayoría de los casos es una cantidad insuficiente ya que muchos de estos jubilados mantienen a parte de la familia. Grecia en un país con un 38 por ciento de parados y con una juventud sin futuro donde el 55 por ciento está desempleada. La situación de “corralito” financiero recuerda a la vivida en Argentina en la década de los años noventa y deja imágenes de desesperación en una sociedad que pasa necesidades aunque sus cuentas se encuentren saneadas o inclusive tengan los ahorros de toda una vida.
Las manifestaciones a favor del “No” (OXI), es decir, la no continuidad como estado de la Unión Europea, y del “Sí” (NAI), se reparten por la capital griega desde el pasado lunes y continuarán haciéndolo hasta el próximo domingo cuando se acerquen los mayores de edad a ejercer su derecho al voto para decidir sobre su futuro como ciudadanos europeos.