El alcalde de Utrera, Francisco Jiménez realizó hace unas semanas una remodelación de su equipo de gobierno que incluye el cese de tres delegados municipales: Juan Antonio Plata Reinaldo (Economía y Hacienda), José Antonio López León (Parques y Jardines) e Ignacio Aguilar Ferrera (Presidencia), cambiando sus áreas de trabajo. Según el Ayuntamiento, estos cambios forman parte de un reajuste interno para reforzar la acción de gobierno en distintas áreas.

Sin embargo, la oposición municipal, el PSOE de Utrera, interpreta la medida como consecuencia de una crisis interna entre el Partido Popular y antiguos miembros del Partido Andalucista, socios en el actual gobierno.
Los socialistas critican también que se mantenga en sus puestos a María Luisa Reina (Urbanismo) y Félix Gómez Barro (Limpieza Viaria), a quienes vinculan con proyectos paralizados o con polémicas relacionadas con la gestión de sus áreas, como el expediente sancionador por una presunta infracción urbanística a Reina o supuestos viajes pagados por empresas con intereses en el contrato de limpieza a Gómez.
Además, han denunciado la falta de información pública sobre la recaudación de la zona azul y han reiterado su rechazo a la subida de impuestos aprobada el pasado 31 de julio, «los pagos multimillonarios a la empresa de la basura, el uso irregular de instalaciones deportivas y los viajes financiados por empresas con contratos municipales son solo la punta del iceberg de un mandato errático. La gestión de Francisco Jiménez simplemente no existe, y la ciudad se hunde en la parálisis y la decadencia», señalan los socialistas.
El PSOE ha solicitado explicaciones públicas y ha advertido de lo que considera un deterioro de la gestión municipal, «esta remodelación no es un gesto de responsabilidad: es una decisión que provoca un nuevo desprecio a los utreranos, que ven cómo se oculta a los responsables de los mayores escándalos mientras se les carga con más impuestos y decisiones opacas».