Eduardo Bazo, ecólogo y miembro del Centro de Investigación y Desarrollo de Recursos Científicos (BioScripts) e investigador en el Área de Plantas Acuáticas, Cambio Climático, Aerobiología y Alergias, ha manifestado que la situación de los eucaliptos del recinto ferial de nuestra localidad es delicada, estando el problema localizado y originado en los individuos enclavados durante la última arborización de la zona, ocurrida en 2007, que muy probablemente ya portarían consigo huevos de este hemíptero.
Según la experiencia de Bazo, la dificultad del tratamiento radica en la rápida expansión del psílido, que se dispersa por acción del viento a otros pies de plantas, así como en la inexistencia de tratamientos químicos efectivos y con resultados notorios. Hasta la fecha, los resultados más solventes han sido fruto del manejo o la gestión integrada de plagas, donde además del uso de tratamientos químicos de carácter sistémico se han implementado medidas de control biológico con la ayuda de avispas parasitoides como Psyllaephagus bliteus, quien pone los huevos en las ninfas del psílido. Asimismo, debemos recordar que, al intenso ataque defoliador que ocasiona Glycaspis spp. en los eucaliptos, se suman la aparición de especies oportunistas, como algunos hongos, que acentúan los efectos del ataque.
El propio Bazo entiende los motivos por los que ahora se ha decidido llevar a cabo la actuación, pues a pesar de que todos los documentos científico-técnicos elaborados tanto nacional como supranacionalmente aconsejan actuar a comienzos de la primavera, la situación que arrastra nuestro país a raíz de la pandemia originada por el SARS-CoV-2 quizás no lo ha hecho posible. No obstante, ve algunos aspectos que, de cara a dar el mejor tratamiento posible, pueden mejorarse: en primer lugar, controlar de manera minuciosa el uso de fertilizantes o abonos nitrogenados y el riego en la zona, para no facilitar a psílido, especie polivoltina (que es capaz de dar origen a más de una generación al año), alimento de calidad.
Para finalizar, ha apuntado que, a pesar del valor sentimental que los utreranos puedan tener a los eucaliptos del recinto ferial, se trata de una especie exótica e invasora que empobrece los suelos de los lugares donde se enclavan, teniendo elevados requerimientos hídricos para su normal crecimiento y desarrollo. Asimismo, los problemas derivados de su correcto manejo, se estima que tiene un impacto sobre las arcas públicas españolas que supera los 31 millones de euros. Frente a este modelo de arborización, existen otras alternativas como la implantación de especies vegetales de gran porte menos invasivas, tales como los almeces o los álamos y cuyo manejo es menos costoso y “barato”, tanto en términos ecológicos como económicos.
