El delegado de Justicia de la Junta de Andalucía, Javier Millán, ha vuelto a Utrera después de su paso por la localidad en el mes de marzo, para firmar junto al alcalde Jiménez un convenio de reeducación para menores infractores. Este convenio supone que dichos jóvenes pueden prestar servicios a la comunidad como «compensación por los delitos cometidos» a la ciudadanía, siempre detallando que se tratan de delitos menores. Tanto Millán como Jiménez han coincidido en señalar la importancia de la colaboración entre ambas instituciones para recuperar a estos jóvenes que aún tienen mucho que aportar a la sociedad, dándoles la oportunidad de resarcir el daño causado en su entorno más próximo.
Las tareas socieducativas son, tras la libertad vigilada, una de las medidas no privativa de libertad más impuestas por los jueces de menores. El año pasado, 555 menores cumplieron medidas judiciales de medio abierto en la provincia de Sevilla. La Consejería de Justicia tiene entre sus competencias garantizar los medios necesarios para que los menores infractores cumplan las medidas que determinan los jueces, tanto de internamiento como de medio abierto. Para algunas de estas últimas, como la libertad vigilada que controlan agentes de la Policía Local o las prestaciones en beneficio de la comunidad y tareas socioeducativas, la Junta llega a acuerdos con entidades públicas y privadas donde los menores puedan realizarlas.
“Con Utrera son ya 19 los ayuntamientos sevillanos con los que trabajamos, lo que permite que muchos menores infractores puedan cumplir las medidas judiciales de medio abierto en su propio municipio colaborando en la limpieza urbana, el cuidado de parques y jardines o la reparación del mobiliario urbano, sobre todo cuando la conducta delictiva que han cometido está relacionada con daños al patrimonio”, ha explicado el delegado de Justicia. En Utrera son un total de 35 los jóvenes los que pueden llegar a beneficiarse de la puesta en macha de esta colaboración mutua entre administraciones.
Por su parte, el alcalde de Utrera ha subrayado que este tipo de colaboración, es muy importante porque incide de manera muy positiva en la rehabilitación de la persona que comete el delito. “Es una manera de reparar el daño, e incluso de trabajar con colectivos que atienden a personas vulnerables, con lo que el infractor puede conocer otras realidades que son a veces muy complicadas y que enseñan lo difícil que para muchas personas es el día a día. Es bueno que los jóvenes tengan esta oportunidad de encauzar su vida y no volver a delinquir» señala Francisco Jiménez.
