Un Domingo de Ramos cualquiera, con la climatología de hoy, Utrera estaría como decimos por aquí «de bote en bote», lleno de gente, sus plazas, sus calles, sus terrazas, estarían a rebosar de personas, primera salida solos de muchos chicos y chicas jóvenes, que estrenaban sus preciosos trajes primaverales, dando eso, la bienvenida a la primavera viendo las hermandades de la tarde, la vereda, el centro, y los lugares cercanos a Santa María estarían lleno de gente para ver el discurrir de la Oración del Huerto, de la Hermandad de Jesús y de la Quinta Angustia de Utrera.

Pero la realidad en este año 2020 es otro bien diferente, sol en la calle, pero sin gente, sin Alegría, sin estrenos, sin capirotes, sin bolas de cera, sin niños pidiendo caramelos a los penitentes, es un Domingo de Ramos distinto, no es un Domingo de Ramos cualquiera, es el Domingo de Ramos en el que todos tenemos que pasar en casa, y una vez más el utrerano demuestra que cuando hay que cumplir órdenes y ser solidario, por que lo hacemos por nosotros y por todos, lo hace y en las imágenes se demuestra, Domingo de Ramos de Confinamiento y recogimiento en casa.