La Parroquia de Santa María estaba llena de capirotes blancos la tarde lluviosa del Miércoles Santo, en contraste con el exterior del templo, que estaba vacío. La lluvia y el fuerte viento que azotaba ese día las calles utreranas no invitaban a salir de casa. La Hermandad de los Aceituneros no esperaba buenas noticias, pues el cielo no parecía querer dar tregua para ellos tampoco, recordando en su mente a los hermanos del Domingo de Ramos y Los Estudiantes.
La respuesta que nadie quería pronunciar en el ambiente de miedo y tristeza del interior de la parroquia fue pronunciada por el Hermano Mayor, Manuel Jiménez Matos, que poco antes de las siete -hora a la que saldría la cofradía- anunció que no se realizaría la Estación de Penitencia.
Pidió a todos los hermanos, más de 1100 y más de 600 nazarenos allí presentes, la Hermandad más numerosa de la localidad, que volvieran a casa, se quitasen sus hábitos y regresaran a la Parroquia para venerar, visitar y rezar a sus titulares, Jesús Atado a la Columna y María Santísima de la Paz.
Pronto se dieron cuenta los hermanos que fue la decisión correcta, pues el patrimonio humano y artístico debía ser protegido a toda costa de la tormenta de lluvia y viento torrenciales que llegó poco después, y que continuó toda la noche. El resto de la tarde, los saeteros de la Escuela de Saetas Ciudad de Utrera dedicaron rezos cantados a los titulares así como una pequeña petalada para María Santísima de la Paz.
Esta Semana Santa 2024 está siendo truncada para los utreranos que debido a la inestabilidad climática solo han podido disfrutar de La Borriquita y la Hermandad de Los Muchachos de Consolación en lo que llevamos de semana, ¿qué deparará el resto?