Miembros de la Sociedad de Ciencias “Aranzadi» han estado anillando los nuevos polluelos del cernícalo pertenecientes a la colonia que está ubicada en la fortaleza utrerana. Este anillamiento tiene como finalidad controlar el censo y el desarrollo de la polación de estas aves que está en descenso. En la localidad tenemos presencia de cernícalo común y de cernícalo primilla, los conocidos por los utreranos como “quícalos”, una de las aves que anualmente acuden a nuestro municipio para su periodo de cría que se inicia entre los meses de marzo y abril.

Tras poco menos de un mes de incubación nacen la crías, que son atendidas en todo momento tanto por el macho como por la hembra, y que se iniciarán al vuelo al mes de vida. Fueron anillados 12 polluelos y un macho adulto que, precisamente se encontraba en un nido incubando cinco huevos. El peso de los polluelos está el unos 145 gramos, curiosamente pesarán de 10 a 20 gramos menos en la edad adulta, ya que el polluelo es un animal que no se ejercita y que acumula más reservas en el cuerpo para poder tener un crecimiento rápido que le permita emigrar al final de la temporada.

En apenas ocho días, los cernícalos recorrerán los 2.500kms que los separan del Sahel, en África occidental, donde las aves permanecerán hasta su regreso nuevamente en primavera, repartidos por distintas zonas desde la frontera de Senegal, hasta la frontera de Mauritania y Mali.

El alcalde, Francisco Jiménez y la delegada de Medio Ambiemte, Consuelo Navarro, acudieron a presenciar las tareas de anillamiento y a interesarse por la situación de la colonia de Utrera. “Actualmente contamos con siete parejas que anidan en nuestra localidad, lo que representan 14 aves adultas, y con el tiempo habrá que ver cuántas aves de las nacidas aquí escogen su colonia de nacimiento para regresar al final de cada temporada”. La concejala también recordó que se está a la espera de obtener respuesta sobre la petición que se aprobó por el Pleno Municipal, solicitando a la Junta que estas colonias de cernícalos primillas se declaren Zona de Especial Protección para Aves, “hasta el momento no hemos recibido repuesta, pero pensamos que tenemos posibilidades de que se nos conceda, esto será un paso más dentro de la protección a nuestras aves”.

En la actualidad encontramos colonias de cernícalos en el Castillo, el torreón de Álvarez Hazaña, en Santa María y en Santiago. El Castillo y su entorno es una zona a proteger porque además de cernícalos vulgar y primillas, hay vencejos, gorriones, verderones, mirlos, tórtolas turcas, palomas, estorninos, jilgeros, verdecillos y golondrinas.