Que mal día ha elegido Dios para llamarte Don Francisco, precisamente Martes Santo, día salesiano por excelencia en Utrera, día importante para la que fuera tu casa, la primera casa salesiana en España, Dios ha querido que subas al cielo hoy en la que los que sentimos en salesiano celebramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús en la calle, y Dios ha querido que vayas a su lado en este día tan señalado para tu Colegio Salesiano.
Fuiste mi maestro, y terminaste siendo mi amigo, ayer cuando, tras terminar nuestra estación de penitencia, a eso de las 3:00 de la mañana, me enteré de tu fallecimiento, las lágrimas recorriendo mis mejillas, fue la pasada semana cuando charlamos un rato, ¿como no? de Deportes, fue en la avda. María Auxiliadora, tras casi una hora de conversación sobre lo que a los dos nos apasiona, el deporte, me despedí de tí como siempre, sin saber que sería la última vez que hablaría contigo, con esa voz pausada pero firme, siempre sabiendo lo que hablabas y siempre con esa ternura que solo un maestro de los antiguos, sabía tener con sus alumnos, rigidez en la enseñanza pero ternura en la educación, así fuistes tú Don Francisco, como iniciaba este párrafo, nuestra relación se inició siendo mi maestro y acabó, qué digo acabó, seguimos, siendo amigos.
En mis retransmisiones de voleibol siempre esperaba tu comentario en redes, sabía que siempre estabas ahí, que me seguías, se que estabas orgulloso que uno de tus alumnos, amara tanto el deporte, como tú lo hacías, con una diferencia, que tu lo practicabas y yo el practicarlo poco, Gracias Don Francisco por haber formado parte de esos mayores, junto a mis padres, que forjaron mi educación, y que también tuviste la culpa, junto al también añorado Miguel Angel Moreno, qepd, ahora correreis juntos en el cielo, y PIlar del Río, que ojalá viva muchos años más, entre todos hicisteis que amara el deporte.
Solo quiero despedirme de tí, y recordarte con esa sonrisa que siempre tenías en tu rostro, acompañado siempre de tus amigos, que son muchos, y tu familia, que me consta que te quiere, y lo digo en presente, con locura, y para el resto ahí queda tu legado, tanto político, como deportivo.
Adios Don Francisco, descansa en paz amigo Paco, que la tierra te sea leve, Nunca te olvidaré maestro.
Javier Teruel
