Red Utrera por el Clima denuncia una «poda salvaje» en los árboles de la ciudad

9/04/2025

El martes 8 de abril la Red de Utrera por el Clima realizó una acción informativa entre la ciudadanía en relación a las «podas salvajes que sufre una parte del arbolado urbano de nuestra ciudad«. Esta práctica es habitual desde hace años y no hay visos de que la Delegación de Parques y Jardines y su responsable político, adopten las medidas que se consideran adecuadas para el correcto tratamiento y cuidado del arbolado urbano.

Una poda incorrecta continuada produce las siguientes consecuencias en el arbolado urbano:

  • Pudrición del árbol: Las heridas grandes de la poda son puertas de entrada para enfermedades y plagas, especialmente hongos. Estos pueden causar la pudrición de la madera, debilitar al árbol y su posterior muerte
  • Deformación y desequilibrio: Una poda inadecuada puede afectar la estructura natural del árbol, creando desequilibrios que pueden derivar en ramas débiles y propensas a la rotura.
  • Debilitamiento de las ramas: La poda excesiva o el desmoche pueden generar un crecimiento descontrolado de chupones, ramas débiles y quebradizas que no brindan una buena estructura al árbol.
  • Destruye el hábitat natural de aves y otros ecosistemas

Existen serias dudas sobre si estas acciones se realizan «con empresas con el personal debidamente capacitado y con la formación adecuada para tan delicada labor. Puesto en conocimiento los resultados de las podas efectuadas a asociaciones especializadas en la gestión medio ambiental y a expertos conocedores de este tema, sus reacciones han sido la de calificar algunas de estas acciones como de “Salvajada” o “Barbaridad”».

En palabras del reconocido biólogo Jesús Cuenca:
La poda de árboles es, en teoría, un acto de cuidado y responsabilidad hacia el entorno urbano y natural, que debería llevarse a cabo por profesionales formados, conscientes de los daños que se les puede infringir en caso de no hacerse correctamente y en su justa medida. Sin embargo, lo que debería ser un “arte ecológico” se convierte con frecuencia en una tragicomedia protagonizada por profesionales con más entusiasmo por la motosierra que por el entendimiento real de la biología arbórea. Y, en la práctica, parece más un pasatiempo sádico llevado a cabo por un grupo de aficionados con complejo de escultores abstractos, empeñados en transformar robustos y frondosos árboles en versiones vegetales de Frankenstein.”

En el transcurso de la jornada de información se comprobó el interés que genera este asunto entre la ciudadanía y la preocupación existente por el incorrecto tratamiento del arbolado urbano y sobre todo en el paseo de Consolación, donde se hizo este contacto con las personas que por allí estaban. A las puertas del verano, «la falta de sombras en nuestra ciudad provocará que suframos las altas temperaturas que irradian suelos y asfaltos. No somos conscientes de la imperiosa necesidad de disponer de un adecuada vegetación en nuestros parques y zonas verdes, la importancia de crear esos refugios climáticos que hagan de Utrera una ciudad más habitable y amable»

También se pudo comprobar cómo muchos vehículos a motor transitaban por el Paseo, a pesar de estar prohibido hacerlo en ese horario. Muchas de las personas que acudían a su paseo vespertino se quejaban de la escasa vigilancia a este respecto y a, sobre todo, los medios escasos para el cierre, consistente en vallas en dudoso estado. Hay accesos laterales que ni siquiera tienen este medio disuasorio de acceso. Quizás unos bolardos fueran la solución previa «al cierre definitivo del Paseo al tráfico».

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