La delegación de Servicios Ambientales para la Ciudadanía, de la que depende el Servicio de Limpieza y la Recogida de Residuos Sólidos Urbanos en el municipio, continúa trabajando para la elaboración del pliego que permita la contratación del nuevo nuevo servicio. El gobierno PP-Utrera+ se encontró con esta situación a la llegada de la alcaldía, un servicio caducado hacía ya dos años, y desde el primer momento se está trabajando en la redacción del nuevo contrato que deberá plasmarse en el pliego de condiciones para sacar a licitación el servicio.
Algo que desde el gobierno detallan que no es tarea fácil, pues son contratos con vigencia de 10 años y se deben tener en cuenta muchas posibilidades y contemplaciones. En este sentido, en el Pleno Ordinario del mes de septiembre, ya se ha dado un importante paso para llegar al contrato definitivo, aprobando el documento en el que se recoge la Estructura de Costes, en la que se plasman aspectos fundamentales cómo la evolución de la carestía del futuro servicio a lo largo de los años y de qué manera y en qué términos y cuantía se deberá realizar esa subida.
En el momento en el que se formalice, estaremos hablando de un contrato que se estima en unos 70 millones de euros, lo que vendrá a suponer un coste anual para las arcas municipales de unos 7 millones de euros, siendo el mayor coste económico de todos los servicios que presta el Ayuntamiento. La consecución de ese contrato, que mejorará y ampliará el servicio de limpieza y recogida de basuras, es uno de los compromisos fundamentales del alcalde, Francisco Jiménez.
Mientras llega el nuevo contrato, desde la delegación de Servicios Ambientales se continua trabajando para ofrecer el mejor servicio, dentro de las dificultades existentes. Ejemplo de ello son los más de 300 contenedores nuevos que se han instalado tras años de no haber hecho ningún cambio por parte del gobierno anterior, tarea que se continúa realizando, en función del material del que se va disponiendo. Así, en los últimos días se han colocado contendedores nuevos en las calles A y B de la barriada de La Paz y en el entorno de la antigua plaza de toros, en la calle Dolores Ibárruri y en algunas otras zonas de la ciudad.