El cuerpo de Erica Vanessa, la joven nicaragüense de 22 años asesinada en Utrera el pasado 31 de julio, presuntamente, a manos de su expareja, un varón de 43 años de nacionalidad ecuatoriana, será repatriado esta misma semana y se prevé su llegada a Nicaragua este viernes 18 de agosto después de que familiares, amigos y la Asociación de Nicaragüenses en Sevilla realizará el pasado 5 de agosto un evento gastronómico para recaudar fondos (hasta 8000 euros necesarios para repatriación) a su país natal, logrando los seis mil y otorgándoles el ayuntamiento de Utrera el resto del dinero necesario para dicho fin.
Además, esta semana también ha tenido lugar una misa funeraria celebrada en Sevilla para que familia, amigos, su hermana y la pareja de esta, pudieran despedir a la joven antes de que su cuerpo fuese repatriado a su hogar, Nicaragua, donde más familia y sus padres la esperan. Entretanto, el Juzgado de Instrucción número 2 de Utrera, encargado de investigar el crimen, citó el pasado 16 y 17 de agosto a cuatro testigos de los hechos.
Tras dichas declaraciones novedosas, la defensa del acusado ha pedido levantar la medida de prisión provisional, pero el abogado de la familia de la víctima, José Antonio Sires, explicó a micrófonos de Europa Press que «eso no ocurrirá», pues la Fiscalía y la familia de la víctima sostienen el argumento de que el riesgo de fuga del acusado es alto (ya tenía previsto salir del país) y por tanto no puede salir de prisión.
El abogado de la familia sigue insistiendo en pedir al juez que ejecute la pena de prisión permanente revisable, al encontrar claros indicios de «haber matado a su pareja de manera consciente y deliberada, haciéndolo de forma sorpresiva y sin que la fallecida tuviera posibilidad de defenderse o huir», tras haber descubierto que Erica había empezado una relación con otra persona.
