Ya el pasado lunes 12 de septiembre arrancaba el curso escolar en infantil, primaria y educación especial. Hoy jueves 15 de septiembre es el turno de la ESO, Bachillerato y FP. En Utrera, como en el resto de España, este nuevo curso está marcado no solo por la retirada de las medidas COVID-19, sino también por la LOMLOE, la octava ley educativa desde que hay democracia española y que entró en vigor a finales de 2021. Tiene como principales objetivos reducir el fracaso escolar que sufre el país, disminuir la tasa de repetición y establecer una nueva forma de aprendizaje, basada en la adquisición de competencias por parte del alumno.

Su implantación comenzará este ejercicio académico en los cursos impares. Esto es, primero, tercero y quinto de Primaria; primero y tercero de la ESO; y primero de Bachillerato. De esta forma, los estudiantes que el curso pasado iniciaron un ciclo (se divide en dos cursos) pueden terminarlo con las directrices de la antigua ley, la Lomce. Sin embargo en Andalucía no será completamente implantada hasta el curso 2023/2024. De hecho, los centros la aplicarán en el actual ejercicio académico a través de unas instrucciones. Se trata, por tanto, de un curso de transición que ha llevado a la Consejería de Desarrollo Educativo y FP a no renovar los libros de texto dentro del programa de gratuidad andaluz. Sólo se ha hecho en primero y segundo de Primaria, como todos los años.
La Lomloe supone un cambio drástico en el modelo de aprendizaje que hasta ahora ha imperado en la mayoría de colegios e institutos de Sevilla. La enseñanza dejará de ser memorística. No se trata de que el estudiante retenga una ingente cantidad de contenidos «enciclopédicos», sino que los conocimientos adquiridos en el aula los sepa aplicar a realidades concretas. El menor saldrá de la educación con una serie de habilidades que le permita un desarrollo, lo más autónomo posible, en su futuro académico y laboral.
Toda nueva ley de enseñanza trae cambios en las asignaturas. Una de las novedades la protagoniza Educación en Valores Cívicos, que resucita la polémica Educación para la Ciudadanía que introdujo el Gobierno de Zapatero y la eliminación de Filosofía como materia obligatoria en el currículo de la ESO. Sí será obligatoria en los dos cursos de Bachillerato, con independencia de la modalidad que se elija, algo que no ocurría con la ley educativa del PP, que sólo mantenía esa condición en primero.
La intención de la LOMLOE es aumentar las horas de las asignaturas troncales: Lengua, Matemáticas e Inglés.
El bachillerato general en Utrera estará en Ruiz Gijón

Otra de las novedades importantes concierne al Bachillerato, que cuenta con una nueva modalidad, la General, pensada para aquellos alumnos que con 16 años aún no tienen claro qué carrera estudiar ni se han decidido por una rama del saber: ciencias o letras. No obstante, varios directores de institutos sevillanos han puntualizado que esta modalidad también servirá para los estudiantes que no han alcanzado la nota necesaria para entrar en un grado medio de FP o que se matriculan en Bachillerato para luego cursar un grado superior de la Formación Profesional.
En Utrera, el IES Ruiz Gijón ha sido el seleccionado en la provincia de Sevilla para impartir esta modalidad. También el Bachillerato Artístico (el de menor oferta) se divide en dos especialidades: una dirigida a la danza y arte dramático; y otro al dibujo y el diseño gráfico.
Pasar de curso y asignaturas suspensas
Otro de los asuntos más polémicos de la Lomloe es el de las condiciones de titulación y para pasar de curso, que no estará basada en un número de asignaturas suspensas, sino en la decisión de un grupo de profesores que ha evaluado al alumno. Lo que se desea es rebajar la tasa de repitición en España, una de las más altas de la OCDE. Por tal motivo, ya el pasado curso hubo estudiantes que acudieron a la Selectividad, pese a no haber superado todas las asignaturas de segundo de Bachillerato.
Precisamente la Selectividad protagonizará uno de los cambios más importantes que incluye la ley. El Gobierno ha establecido un modelo transitorio para el final del curso 2023/24, que irá encaminado a una prueba de «madurez general», acorde con la enseñanza por competencias que determinará todo el sistema educativo obligatorio.